Cecs, Cecse, Cecsto, Cecso, Ceckse, Cecsy... este escritor neoyorkino parece disfrutar molteando su nombre según el spot. Con pompas redonditas, piezas simples y afables, letras clàsicas y alguna que otra pieza más complexa, Cecs demuestra gran versatilidad, no sólo por el nombre sino también a la hora de actuar.